







El diccionario de emociones: Emocionario (ilustrado por 22 artistas).
Para ti y tu peque.
Lo más importante es que primero lo leas tú para que refresques tu vocabulario emocional y así digas lo que realmente sientes en tu día a día. De esa manera, tu peque aprenderá al oírte; sumando a tus palabras tu tono, tus gestos, el contexto, la situación. Qué mejor que eso.
El libro, para tu peque, servirá como complemento de ese aprendizaje. Y lo más aconsejable es que el punto de partida sean las ilustraciones de los estados emocionales que tú consideres oportuno, de acuerdo a la edad concreta de tu peque y al momento. Por ejemplo, si mañana es su cumpleaños, estaría bien la 'ilusión', la 'alegría', la 'euforia'...
Como ayuda para abordar cada una de las 42 ilustraciones, la guía para explorar las imágenes te dará muchas ideas: abrirla.
Alejandra Melús, maestra de educación especial y experta en atención temprana e intervención psicomotriz, en su experiencia con el Emocionario, ha compartido varias ideas de cómo emplearlo con peques de 3 a 5 años y con peques de 5 a 7 años: Leer aquí.
Y para que tengas una visión amplia de las posibilidades del Emocionario, te recomendamos ver el extraordinario trabajo que realizó la maestra Elena Pintado con peques de cinco años. Trabajó los más de cuarenta estados emocionales del libro a lo largo del curso escolar, documentando todo el proceso. Es maravilloso cómo, semana a semana, los peques van tomando conciencia de su mundo emocional: Leer aquí.
Otro camino, para usar el Emocionario con tu peque, es comenzar con las ilustraciones de las emociones más sencillas (vergüenza, ternura, odio, aburrimiento, felicidad). Se puede conversar sobre qué les ha sucedido a los personajes de las ilustraciones y sobre cómo se pueden sentir y por qué. También puede resultar adecuado explicar situaciones reales en las que esté implicada la emoción de que se trate en cada caso. A continuación, si notas que es oportuno, prueba a leerle la definición. Por lo que sabemos de otras experiencias, los peques disfrutan cuando se les leen los textos y, de esta manera, se van familiarizando poco a poco con el vocabulario. Además, tras cada experiencia con el libro, se van acostumbrado a que las emociones pueden ser un tema de conversación natural y se va aumentando la confianza y la intimidad del grupo.
En otros momentos, cuando notes que tu peque experimenta una emoción que todavía no sabe reconocer, se puede leer la definición en el Emocionario (adaptando el vocabulario). Así, tu peque irá identificando lo que oye con lo que siente. Esto tiene un efecto tranquilizador y normalizador: por un lado, aprenderá que lo que sienten tiene un nombre; por otra parte, sabrá que otras personas también sienten lo mismo.
Como complemento adicional, te pueden resultar de gran utilidad las canciones (gratuitas) y los dos libros de Cajita, Trapillo y Pelota.
¿Dónde comprarlo? Te recomendamos adquirir el Emocionario en una librería encantadora. Para saber cuál es la más cercana a tu casa, haz clic en librerías encantadoras. Si vives lejos, fuera de España, una opción es Amazon: CATALÁN ESPAÑOL EUSKERA GALLEGO INGLÉS
Se recomienda compartir experiencias vinculadas a la emoción que se ha leído, lo que contribuirá a establecer vínculos más fuertes y a que los miembros de la familia se conozcan mejor unos a otros. A algunos(as) niños(as) les asombra comprobar que su madre o padre también sienten miedo o inseguridad, por ejemplo. Esto ayudará, además, a fortalecer la empatía de las(os) niñas(os) y su capacidad para ponerse en el lugar de la otra persona.
A estas edades, los(as) niños(as) van experimentando cambios físicos y psíquicos impredecibles, sorprendentes e inesperados. El “Emocionario” puede ser un gran aliado en la intimidad como lectura rutinaria: con la lectura diaria, se crea un tiempo y un espacio íntimos en los que reflexionar sobre las propias emociones y acostumbrarse a procesar lo vivido sin dejar que se enquiste. Además, aconsejamos ayudarse del DIARIO DE LA GRATITUD para ir anotando esos sentimientos y emociones que, especialmente en esta etapa, suelen parecer desbordantes e ingobernables.
Por lo general, utilizamos sólo cuatro o cinco términos para expresar nuestras emociones. Esa manera de sintetizar nuestro vocabulario emocional influirá en las(os) niñas(os) de nuestro entorno, ya que el ejemplo es su principal fuente de información. Si nosotros nos refiriésemos al naranja, amarillo y rojo con el término naranja, los(as) niños(as) se expresarían de la misma manera.
Conscientes de esto, muchos docentes y otras personas con niñas(os) a su cargo, utilizan el “Emocionario” para refrescar los matices entre unas emociones y otras y así conseguir que los(as) niños(as) adquieran un vocabulario que dé cuenta de su riqueza emocional.
Muchas personas nos maravillan con los usos prácticos que le dan en casa y en el colegio. ¡Gracias a todas ellas!
Maestra Elisa (De poetas y piratas)